miércoles, junio 01, 2005

No escribo en vano II

29 de mayo de 2005


Se le agotan las palabras a Juan Pa, pero el resto se escribe con Vida.


Sólo un cigarrillo pudo haber hecho algo bueno esta vez. Era de noche. Se siente uno entre grandes personas y he escrito muchísimo, y eso es bueno porque así podré sentirme bien. No he pensado realmente porqué sirve esto de escribir pero me encanta cuando logro escribir muchísimo, cuando las cosas, el ambiente me inspiran cosas para escribir.
Este tipo me sobrepaso. Está fumando. Es muy flaco. Ahora tiene el pelo largo. Tiene un gorro que nos defiende, eso le decimos cuando salimos a la calle y es muy tarde. Antes, en el momento de la noche lo tenía corto, muy corto.

Él escuchaba 'Necesito' con sus papás; y su papá es un tipo de los sesentas (como mi papá, con tu papá, como tu papá, como tu papá, oe! como su papá!) y su mamá lo sabe abrazar con amor y lo sabe dormir entre sus brazos y lo sabe cuidar y lo sabe despertar para ir a darle comida a los perros (que tienen nombres hermosos, como de pintores o de españoles en Franco's time). Estaba comiendo. Su papá dijo que Nito Mestre tenía voz de mujer, que cantaba muy fino. Él me dijo, el viernes, que tenía voz de Nito Mestre. (El viernes canté al lado de Pablo, si saben?). Comían, como sólo sabrían comer en esa familia (con historias, lutos, amores, historias, historias...). Comían y escuchaban música, y eso es hermoso. 'Mijo, esa canción es hermosa'- Le debio haber dicho el papá de los sesentas a su hijo, 'Mija, se la dedico'-Le dijo (lo sé, es veridico, no lo supongo). A Andre le parecio hermosa esta dedicación. A mi también. A él también porque cuando nos los conto se lo veía feliz. Feliz como sólo sabe estar cuando hablamos de revolución, o de música, o de historia de los humanos, o de los sesentas. Feliz como sólo sabe estar cuando cantamos, tomamos, fumamos, hablamos y recordamos. Feliz como cuando, en un bus de acá de Bogotá, empezó a saltar desquiciadamente. Después hablamos de Revolución en Colombia y fue hermoso. Y fue feliz.

Nos odió apenas nos vio. Los pantalones le gustaron pero odio a morir nuestras caras y nuestra ciudad, que también es su ciudad. Él no iba a allá a sentimentalizarse. Él pensaba otras cosas, y las hizo. Yo me acuerdo que leyó hermosamente una de sus memorias y yo volteé a mirar a Pita, la caleña. 'Le está regalando su zapato a los paisas!'. Se dió enteramente, como siempre que quiere dar amor.
Ahora, está acá en mi ciudad y a veces dice que está triste, a veces que está feliz. Él quiere a muchas personas. Él es un cronopio (mezclado con muchísimas cosas!, con poesía, con cigarrillos, con encuentros de amor, con amafalas, con ñ2, con alcohol, con historia, con revolución, con la ucer, con radicalismo, con Dios, con su padre, con su madre, con sus hermanos, con charly, con fito, con calamaro, con memorias cuatromanisticas, con nito, con ilusiones, con trasmilenio, con externado, con universidad nacional, con 170, con bucaramanga, con alejandría, con cielo, con su celular, con sus chocatos, con sus pantalones mil, con su cachetona, con el ché, con los comandantes, con ecuador, con la vida,con la muerte,con silvio, con las canciones, con las cadenas, con la libertad).
Él, es un cronopio que dice "Buenas salenas, Buenas salenas, Buenas salenas, Buenas salenas, Buenas salenas....Hermanos míos. Paz y amor."
Buenas salenas le digo yo.

Juan Pa

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