I.Primero
Tal mano
entrega a la otra.
La regala,
la relega
a ser simple lluvia.
Gotas murmuradas.
oídos cerrados, y nada entra en ellos.
Todos sabemos
la suavidad con que los mataron,
y todos vimos
las muchas gotas sobre el agua.
Que irá murmurando,
río abajo,
que la lluvia de sangre
de los Judas enredados
traicionó nuevamente
a los hombres de las manos,
los de las manos agujereadas.
A ser lluvia
A ser simple, lluvia.
Entrega de mí
todo cuanto quieras,
para que sea posible
caer como aceite
sobre los hombros de ella.
Con tu carácter más simple
inunda cada uno de sus pliegues.
Ella es alguien que está esperando
que no la inunde de torpezas.
A ser simple, lluvia, enséñame eso, ya que me caí torpemente en este charco.
Que no las borre el sol
Sobre la misma línea,
misma línea, voy siguiendo tus pasos.
Sobre la misma línea,
misma línea, enojo mis zapatos,
endulzo tus andrajos,
seduzco tus largos pasos
largos pasos.
Sobre ti torpemente ya me caí.
Que me sepas dar simpleza
te pido que me enseñes,
y que la lluvia no me borre de tus pasos,
que quiero seguir pensando
que sigo la misma línea, la misma línea!
Ni el sol, ni el sol.
martes, septiembre 09, 2008
Y si un día decides que he decidido renunciar
Me dices, me dices,
que has decidido renunciar,
que no lo harás más,
que nunca más en tu vida vas a estar.
y yo me voy confundiendo en tus palabras, con la misma cadencia que has decidido decirme que quieres renunciar, que quieres abrir los ojos y mirar,
y como es una cadencia lenta
nunca termina,
nunca.
Me dices, me dices,
que has decidido renunciar,
que no lo harás más,
que nunca más en tu vida vas a estar.
y yo me voy confundiendo en tus palabras, con la misma cadencia que has decidido decirme que quieres renunciar, que quieres abrir los ojos y mirar,
y como es una cadencia lenta
nunca termina,
nunca.
sábado, julio 19, 2008
Tenue y ya es lluvía nocturna
Qué día feo, lleno de lluvia y truenos, truenos.
Qué día para mirar hacia uno mismo; sabrá llegar ese día, y siempre me pongo a preguntarme: si sabré recibirlo, o si tan sólo llegará como un día feo, lleno de lluvia, lleno de truenos, para que después, sobre la mesa, tanto dolor, tanta tristeza, armemos
;y lo sepamos convertir, conjeturando, tejiéndola, en un hermoso catalejo que nos lleve lejos. Lejos, lejos de este día feo, lleno de truenos.
jueves, julio 10, 2008
Dónde estás ahora que el viento borró tus manos
Cabeza
Cuello
Vuelta
Dolor
Tiempo
Atrás
Vital
Vital
El tiempo es vital cuando se encuentra con la desesperación de estar pensando en el ayer.
Correr
Calle
34
Vital
Vital
Adolezco de todo
Sufro de todo
Hasta de dolor
Fuerza vital
rápidos movimientos
Cuello
cabeza
patibulo
tiempo
escalera
escalera
esc
al
era
era
la
escalera
limpia
de
todo
rencor
y
resignada
se entregó
al vomito y al dolor
Dónde estás ahora que el tiempo borró tus sueños
Tu imagen muy gris
Tu imagen se va (ah, ah)
Tururururu-ru-ru-ru-ru-ru-ru (Prueba en unos 20 segundos)
Cabeza
Cuello
Vuelta
Dolor
Tiempo
Atrás
Vital
Vital
El tiempo es vital cuando se encuentra con la desesperación de estar pensando en el ayer.
Correr
Calle
34
Vital
Vital
Adolezco de todo
Sufro de todo
Hasta de dolor
Fuerza vital
rápidos movimientos
Cuello
cabeza
patibulo
tiempo
escalera
escalera
esc
al
era
era
la
escalera
limpia
de
todo
rencor
y
resignada
se entregó
al vomito y al dolor
Dónde estás ahora que el tiempo borró tus sueños
Tu imagen muy gris
Tu imagen se va (ah, ah)
Tururururu-ru-ru-ru-ru-ru-ru (Prueba en unos 20 segundos)
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viernes, mayo 23, 2008
Marioneta marcescente: marchitándose sin caer.
Pesado y aburrido resulta para el tiempo sostener tus hilos.
¿Cuándo te fuiste convirtiendo en sombra, sin flor y carente de vida?
Cuándo y no me di cuenta,
fui tan triste que no me di cuenta;
te miré tanto que no me di cuenta.
¿Alguna vez te propuse mirar por mucho tiempo los prados de tu abuela?
Ahí, seguramente, no encontraríamos nada;
Pero así no sería tan triste tu silencio hoy,
Ni tan oscura tu flor ensombrecida,
Ni tan muertos tus hilos de vida.
¿Puedo sentarme en tu silla sin caer fríamente en lo nocturno de tus párpados?
Puedo abrazarme a los pocos brillos que a veces quieres darme,
Pero no me bastaría con eso,
Y te lo quisiera decir hoy, que parece que me escuchas, que estás atenta a mis palabras,
Que puedo contigo pero no puedo conmigo
Tratando de cargar lo que al tiempo no se le antoja;
Y tratando de cerrar los ojos, y poder sentarme al lado tuyo,
Deshacernos de los hilos (mutuamente),
Deshacernos de lo marchito que aparecemos hoy en ese cuadro de las marionetas.
Yo llevo tu mano. Pero acéptala.
Y aún queda helado en mi nevera.
Para que lo veamos caer sobre los prados de tu abuela, tan estáticos como las marionetas que no quieren vivir más.
Pesado y aburrido resulta para el tiempo sostener tus hilos.
¿Cuándo te fuiste convirtiendo en sombra, sin flor y carente de vida?
Cuándo y no me di cuenta,
fui tan triste que no me di cuenta;
te miré tanto que no me di cuenta.
¿Alguna vez te propuse mirar por mucho tiempo los prados de tu abuela?
Ahí, seguramente, no encontraríamos nada;
Pero así no sería tan triste tu silencio hoy,
Ni tan oscura tu flor ensombrecida,
Ni tan muertos tus hilos de vida.
¿Puedo sentarme en tu silla sin caer fríamente en lo nocturno de tus párpados?
Puedo abrazarme a los pocos brillos que a veces quieres darme,
Pero no me bastaría con eso,
Y te lo quisiera decir hoy, que parece que me escuchas, que estás atenta a mis palabras,
Que puedo contigo pero no puedo conmigo
Tratando de cargar lo que al tiempo no se le antoja;
Y tratando de cerrar los ojos, y poder sentarme al lado tuyo,
Deshacernos de los hilos (mutuamente),
Deshacernos de lo marchito que aparecemos hoy en ese cuadro de las marionetas.
Yo llevo tu mano. Pero acéptala.
Y aún queda helado en mi nevera.
Para que lo veamos caer sobre los prados de tu abuela, tan estáticos como las marionetas que no quieren vivir más.
martes, mayo 20, 2008
Para poder levantarse y mirar I
Yo creo que yo crecí mal. Y hasta ahora me vengo a enterar. Me dijo marchitándose sin caer. Yo le entregué mi espejo y en él se pudo ver. Y no pensó en nadie cuando pudo mirarse; levantarse con leves fuerzas. Y se sintió feliz, pero ya estaba metida en su reflejo. De ahí nadie la pudo sacar. Y no pensó en nadie más sino en su marchitez eternizada en el espejo que me había apropiado unas cuadras atrás y que ahora tenía que dejar en esas cuadras más adelante, empinadas y absueltas. Estaba despeinada. Y no me pidió unas monedas. Su cabeza no había entrado en el espejo. Sino, se hubiera sonreído con seguridad. Y el reflejo era una mano con una peinilla sucia, que sirvió para atacarme, robarme la peinilla sucia, ser reflejo sin gracia.
Para poder levantarse y mirar.
Yo creo que yo crecí mal. Y hasta ahora me vengo a enterar. Me dijo marchitándose sin caer. Yo le entregué mi espejo y en él se pudo ver. Y no pensó en nadie cuando pudo mirarse; levantarse con leves fuerzas. Y se sintió feliz, pero ya estaba metida en su reflejo. De ahí nadie la pudo sacar. Y no pensó en nadie más sino en su marchitez eternizada en el espejo que me había apropiado unas cuadras atrás y que ahora tenía que dejar en esas cuadras más adelante, empinadas y absueltas. Estaba despeinada. Y no me pidió unas monedas. Su cabeza no había entrado en el espejo. Sino, se hubiera sonreído con seguridad. Y el reflejo era una mano con una peinilla sucia, que sirvió para atacarme, robarme la peinilla sucia, ser reflejo sin gracia.
Para poder levantarse y mirar.
martes, mayo 13, 2008
miércoles, abril 09, 2008
DEJO
Velandia y la tigra
Linda mujer que me
da dolor
Quemé lo que me dió
que lo que no me dió
no hay.
Ay, quemé la casa
pa no tener;
mínima mujer
se fue.
Linda mujer que me
dió lo más
(p)miel me derramó
sólo a mí...
alma, torpe la piedra, pierdo.
Ay, perdí la seña
pa' no volver,
mínima mujer, DEJO.
Linda mujer que me
da dolor
Quemé lo que me dió
que lo que no me dió
no hay
Ay, quemé la casa
pa no tener
mínima mujer
se fue.
Ay, quemé la casa pa no tener
mínima mujer
se fue
Velandia y la tigra
Linda mujer que me
da dolor
Quemé lo que me dió
que lo que no me dió
no hay.
Ay, quemé la casa
pa no tener;
mínima mujer
se fue.
Linda mujer que me
dió lo más
(p)miel me derramó
sólo a mí...
alma, torpe la piedra, pierdo.
Ay, perdí la seña
pa' no volver,
mínima mujer, DEJO.
Linda mujer que me
da dolor
Quemé lo que me dió
que lo que no me dió
no hay
Ay, quemé la casa
pa no tener
mínima mujer
se fue.
Ay, quemé la casa pa no tener
mínima mujer
se fue
jueves, febrero 21, 2008
Corro así a toda velocidad,
sin saber bien cómo es eso de reir o de llorar.
Pero pensando en que no debo pensar,
y olvidando mi vanidad.
Gota a gota,
se deshace en la palma de mi mano
mi destino, que es dolor, o verdad
en la mano dada vuelta.
Porque todo es a velocidades muchas,
y el tiempo siempre dice que lo olvide,
y la vanidad que la piense,
y la mano dada vuelta de dolor
y de velocidad me dice
que no debo decirte,
que no debo decirte,
que no debo decirte que no me soporto a toda velocidad.
Ni a tí dormida. Pero quisiera yo dormir en paz.
sin saber bien cómo es eso de reir o de llorar.
Pero pensando en que no debo pensar,
y olvidando mi vanidad.
Gota a gota,
se deshace en la palma de mi mano
mi destino, que es dolor, o verdad
en la mano dada vuelta.
Porque todo es a velocidades muchas,
y el tiempo siempre dice que lo olvide,
y la vanidad que la piense,
y la mano dada vuelta de dolor
y de velocidad me dice
que no debo decirte,
que no debo decirte,
que no debo decirte que no me soporto a toda velocidad.
Ni a tí dormida. Pero quisiera yo dormir en paz.
viernes, febrero 08, 2008
...Que la noche viene ya...
Bailas en un mar tan mentiroso;
Caminas con la normalidad de los zoológicos,
y cada día conoces bien tu pequeña esquina
que recorres sin descanso, desesperación o rasgo de culpa.
Rebajas así tus entrañas
a ser masticadas atropelladamente en una jaula de papel;
y te entregas al recoger, día tras día, esa frustración del porvenir,
que así no lo quieras siempre estará por venir,
y nunca te dará ningún chance ni opción de oración.
Y bailas así entre multitudes abandonadas, hace tiempo ya.
Pero nadie está loco, no, nadie lo está, todo estará siempre en los límites de tu normalidad.
Descansa sin descanso que la noche viene ya
y mañana no podrás dormir, porque los días son para morirse,
y esta noche tuya sólo es para evitar tu multitud.
Bailas en un mar tan mentiroso;
Caminas con la normalidad de los zoológicos,
y cada día conoces bien tu pequeña esquina
que recorres sin descanso, desesperación o rasgo de culpa.
Rebajas así tus entrañas
a ser masticadas atropelladamente en una jaula de papel;
y te entregas al recoger, día tras día, esa frustración del porvenir,
que así no lo quieras siempre estará por venir,
y nunca te dará ningún chance ni opción de oración.
Y bailas así entre multitudes abandonadas, hace tiempo ya.
Pero nadie está loco, no, nadie lo está, todo estará siempre en los límites de tu normalidad.
Descansa sin descanso que la noche viene ya
y mañana no podrás dormir, porque los días son para morirse,
y esta noche tuya sólo es para evitar tu multitud.
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